La ley de Finanzas 2026-2027 tiene 4 objetivos principales según Bercy: reforzar la competitividad de las empresas, luchar contra el fraude al IVA, proporcionar información instantánea sobre las actividades comerciales y facilitar la declaración del IVA.
Para armonizar estos intercambios de facturas, la DGFiP ha seleccionado 3 formatos de factura electrónica en los que las empresas podrán enviar sus facturas electrónicas al PPF: CII, Factur-X y UBL. Otros formatos se utilizan hoy para estos intercambios de documentos como el EDIFACT que es muy extendido, y que no será, veremos, todavía no llevado a desaparecer.
Dentro de unos meses, la facturación electrónica será obligatoria para todas las empresas en recepción y, progresivamente, en emisión hasta 2027.
En cuanto a los formatos aceptados y que se pueden transferir directamente al PPF, tenemos:
Es un formato estándar introducido por la industria (OASIS) como una solución para facilitar el procesamiento de facturas. Un archivo UBL es una factura en forma de archivo XML. Este archivo XML contiene toda la información de una factura, pero en un formato estructurado y fijo.
Es un formato de factura interindustrial, desarrollado especialmente por las Naciones Unidas (UN/CEFACT) para cumplir con los requisitos internacionales. Con una sintaxis de mensajes que puede ser intercambiada y comprendida mundialmente por todos los socios comerciales, estructurada en XML.
Un formato PDF híbrido. Es una factura legible para el ojo humano, ya que en formato PDF, con datos de factura presentados en forma de archivo estructurado XML que permite a los sistemas de información realizar una integración y una conciliación automatizada.
Aparte de este mínimo, algunas empresas pueden utilizar formatos más específicos o personalizados para satisfacer sus necesidades particulares. Estos formatos propietarios solo podrán intercambiarse entre los PDP, se trata de:
Algunas empresas pueden desarrollar sus propios formatos de facturación electrónica para adaptarse a sus sistemas internos. Sin embargo, esto puede causar problemas de interoperabilidad con otras empresas o sistemas que no utilizan el mismo formato.
En algunas industrias específicas, puede haber formatos de facturación electrónica adaptados a las necesidades particulares de esta industria. Por ejemplo, la industria de la salud podría utilizar un formato específico de facturación electrónica para incluir información médica relevante.
Algunas empresas pueden añadir metadatos o información detallada a sus facturas electrónicas para facilitar el seguimiento de las transacciones, el análisis de los gastos, etc.
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